Uno de los trastornos que más presencia está teniendo últimamente en las aulas de las escuelas es el conocido como TDA (Trastorno del Déficit de Atención). Si se tiene un mínimo contacto con el mundo educativo, se comprobará que cada vez se habla más de alumnos a los que se les ha detectado este trastorno que, además, puede ir acompañado de hiperactividad (de aquí que se le conozca oficialmente como TDAH).
Este problema de origen
neurobiológico provoca trastornos de conducta en los alumnos de
manera bastante frecuente. Son comportamientos que desafían las
normas, las reglas y la autoridad porque es un trastorno negativista
desafiante. Los que lo sufren tienen cierto riesgo de desajustes y de
rechazo social. También es frecuente observar en alumnos con TDA,
aunque en menor medida, trastornos específicos de aprendizaje, como
por ejemplo problemas de lectura (dislexia), de escritura
(disgrafía), alteraciones del cálculo matemático o del lenguaje,
con dificultades manifiestas para expresarse. Estos cuadros pueden ir
acompañados de ansiedad y hasta de problemas en la coordinación y
la psicomotricidad. Ya es menos probable, pero sí posible, observar
trastornos de tics y trastornos depresivos y afectivos en alumnos con
esta problemática.
Uno de los grandes retos
del mundo educativo hoy en día es cómo ofrecer una ayuda y una
atención personalizada a los alumnos que sufren este trastorno y
cómo gestionar esta problemática en el día a día de una clase,
especialmente cuando el trastorno se detecta y diagnostica en la ESO,
cuando el alumno está en plena adolescencia.
En estos casos,
probablemente ya no se perciba la hiperactividad, ya que el alumno
será capaz de permanecer sentado, aunque le sea difícil seguir las
clases. Pero en cambio sí que se mantendrán las dificultades de
atención, así como la impulsividad. Probablemente serán alumnos
con dificultades de organización y planificación, de control del
tiempo y de establecimiento de prioridades. Cuando se tiene el
diagnóstico de un alumno con TDAH, hay que seguir, pues, una serie
de recomendaciones y estrategias que afectan desde la gestión del
aula hasta el soporte especializado.
Los alumnos con TDAH tienden a distraerse con facilidad en clase. |
Podemos ayudar a un
alumno con TDAH si ponemos en práctica técnicas para conseguir su
atención: por ejemplo si fraccionamos una actividad larga en pasos
más pequeños y nos fijamos en si el alumno lo ha comprendido o no;
podemos proporcionar información periódica sobre la calidad del
trabajo; utilizar diagramas, gráficos e imágenes para visualizar
aquello que se explica con palabras; proporcionar amplias
posibilidades de práctica; mostrar en acciones aquello que deseamos
que los alumnos hagan y proporcionar instrucciones claras sobre las
estrategias a utilizar. Luego deberemos, pero, implicar al alumno en
el aprendizaje.
Para implicar a un alumno
con TDAH es muy importante la interacción con este tipo de alumno a
través de preguntas, conversaciones... Podemos relacionar el tema
con las experiencias vividas previamente por el alumnado. En
ocasiones, es necesario adaptar los objetivos y las actividades a sus
posibilidades de aprendizaje, siempre con la intención de que el
alumno pueda realizar con éxito el máximo nombre de tareas posible.
Para implicar a estos alumnos es bueno, sobre todo, utilizar
metodologías de trabajo en pequeños grupos.
Todas estas técnicas son
importantes para la organización y la planificación de la actividad
de los alumnos, especialmente en la etapa de Educación Secundaria.
Pero para poder realizar un seguimiento adecuado, es vital por parte
del profesorado llevar a cabo un Plan visual de trabajo individual
que refuerce el seguimiento del alumno. Del mismo modo, hay que
seguir estrategias concretas para realizar una prueba escrita,
adaptándola a las capacidades del alumno con TDAH. Y, en caso de
éxito o fracaso, siempre incrementar los incentivos, no los
castigos.
La implicación del
profesorado en el aprendizaje de los alumnos con un TDAH
diagnosticado es, pues, importantísima. Y el conocimiento y el
dominio de las técnicas para trabajar con estos casos es, hoy día,
formación elemental y básica para el profesorado.
Podéis encontrar más
información sobre el TDAH en estos enlaces:
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